En el mundo de la jardinería existen diversos trucos que pocas personas conocen y que pueden potenciar el crecimiento de los cultivos. Recientemente, una investigación que analizó varios estudios previos confirmó que las cáscaras de banana pueden aportar nutrientes para hacer que las plantas crezcan más fuertes, altas y sanas.
Cada año son consumidas millones de toneladas de banana alrededor del mundo, y muchas de las cáscaras terminan descartadas en los tachos de basura de los hogares.
Así, las personas desperdician los nutrientes que podrían beneficiar el crecimiento en sus jardines, según un nuevo estudio publicado por Nokuthula Khanyile, investigador de la Universidad de Mpumalanga en Sudáfrica.
El objetivo de la investigación fue convertir los residuos agrícolas, entre los que se incluyen las cáscaras de banana, en abonos más seguros. Para elaborarlo, Khanyile y su equipo recopilaron resultados de 126 estudios que probaron fertilizantes a base de la piel de plátano en muchos cultivos diferentes.
El análisis dio como resultado que las plantas en las que se utilizó este abono crecieron más, produjeron más hojas o germinaron más rápido que aquellas que se desarrollaron en suelos sin tratar.
Entre los nutrientes que tienen las cáscaras resalta la cantidad de potasio, nitrógeno, fósforo, calcio y magnesio. Estos son algunos de los elementos que los agricultores compran en las mezclas de fertilizantes comerciales.
Las afirmaciones también son respaldadas por otros informes previos. Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) enfatizaron las propiedades antibacterianas y antioxidantes de la piel de banana, junto con su valor nutricional.
Según sus análisis, poseen entre un 6% y un 9% de proteína y un 20-30% de fibra. Además, funcionan como un fertilizante efectivo gracias a que son ricas en almidón.
Uno de los métodos más simples para producir biofertilizantes mediante el uso de las cáscaras de banana implica secarlas al sol, molerlas hasta convertirlas en un polvo grueso y mezclarlo directamente con el suelo antes de plantar.
Otra alternativa, nombrada frecuentemente en el estudio de la Universidad de Mpumalanga, consiste en hacer una mezcla de cáscaras de plátano deshidratadas y de naranja deshidratadas. Se demostró que este sencillo método aumentaba la superficie foliar y la longitud de las raíces más que los suelos sin tratar.
Las personas también pueden triturar cáscaras frescas y calentarlas con ingredientes simples. Luego es necesario filtrar el líquido para hacer el fertilizante concentrado. De acuerdo con los expertos, este líquido se puede diluir con agua y verter sobre el suelo para que las plantas absorban los nutrientes.
Al margen de los nutrientes que pueden aportar las cáscaras de banana, el sitio de Consumer Reports indica que las personas pueden seguir los siguientes consejos para que sus plantas crezcan con vigor:

