El presidente de Francia, Emmanuel Macron, reiteró ante los líderes europeos en Berlín su rechazo al acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur en su versión actual, al considerar que no ofrece garantías suficientes para los agricultores franceses.
La votación sobre el tratado está prevista para esta semana, mientras la Comisión Europea aspira a firmarlo el próximo 20 de diciembre en Brasil, en un contexto de fuerte presión del sector agrícola en Francia y la exigencia de nuevas salvaguardas.
Macron expuso su postura durante un encuentro con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y el presidente del Consejo Europeo, António Costa.
Según fuentes cercanas al mandatario, el acuerdo “no cumple actualmente los requisitos para proteger a los agricultores franceses”.
El gobierno francés solicitó el domingo pasado que la votación en el Consejo Europeo se aplace hasta 2026, con el objetivo de asegurar la inclusión de las salvaguardas reclamadas por París.
Francia condicionó su apoyo al tratado a la incorporación de tres medidas fundamentales: la adopción de cláusulas de salvaguardia sólidas y operativas, la aplicación de normas equivalentes a los productos importados y europeos para garantizar una competencia leal, y la implementación de controles estrictos a las importaciones.
Estas exigencias buscan responder a las preocupaciones del sector agrícola, que teme una apertura excesiva del mercado europeo a productos sudamericanos como carne, azúcar, arroz, miel y soja.
El contexto de las negociaciones refleja la complejidad de un proceso que se extiende desde hace 25 años.
En octubre, la Comisión Europea presentó una propuesta de salvaguardas agrícolas para complementar el acuerdo, atendiendo a las inquietudes de Francia y otros Estados miembros. Sin embargo, París considera que los avances logrados hasta ahora resultan insuficientes y reclama que las medidas se finalicen e implementen de manera efectiva antes de dar su visto bueno.
La propuesta de salvaguardas debe someterse a votación en el Parlamento Europeo este martes y ser adoptada por el Consejo en los próximos días.
Mientras tanto, el sector agrícola francés mantiene una postura de firme oposición al tratado. En el suroeste del país, agricultores bloquearon autopistas y carreteras en protesta tanto contra el acuerdo como contra el protocolo sanitario que obliga al sacrificio de rebaños ante casos de dermatosis nodular contagiosa del bovino.
Los productores temen que la entrada masiva de productos sudamericanos, favorecida por el tratado, ponga en riesgo la viabilidad de las explotaciones locales.
El acuerdo UE-Mercosur contempla la apertura del mercado europeo a productos agrícolas sudamericanos y facilitaría las exportaciones europeas de automóviles, maquinaria, vinos y licores hacia Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.
Este intercambio comercial, de concretarse, tendría un impacto relevante en sectores clave de ambas regiones, aunque persisten dudas sobre la capacidad de las salvaguardas propuestas para equilibrar los beneficios y proteger a los actores más vulnerables.


