En Minnesota, Kimberlyn Menjivar, una hondureña de 22 años, acudió junto a su bebé de seis meses a una cita de inmigración. Luego de ser consultada sobre si amamantaba a su hijo, agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de EE. UU. (ICE, por sus siglas en inglés) la arrestaron y posteriormente la deportaron. Su niño permanece en Estados Unidos.
El hecho ocurrió el pasado 29 de septiembre, cuando la joven se encontraba en una cita para la toma de huellas dactilares. Esto formaba parte del trámite de su permiso de trabajo ya aprobado.
Menjivar condujo cuatro horas junto con su pareja e hijo hasta las oficinas de inmigración en Minnesota. Al llegar, los agentes revisaron sus papeles de forma detenida y le preguntaron por qué llevaba una copia de los documentos y no los originales.
Al confirmar que tenía los documentos en su teléfono, la condujeron a una habitación donde se encontraban tres agentes del ICE. Una vez sentada, le preguntaron si estaba amamantando a su bebé. Al decirles que no, la esposaron y sacaron del edificio.
En su salida con los agentes, pudo ver de forma fugaz a su esposo e hijo. No lograron despedirse. “Él no entendía qué pasaba. Solo íbamos a que me tomaran las huellas y terminé detenida”, redijo Kimberlyn en diálogo con Univision.
Kelly Clark, abogada de inmigración de Menjivar Aguilar, le confirmó a CBS News que la joven había firmado un documento que le permitía irse a Honduras con su bebé. Pese a esto, la sacaron sin el pequeño, que es ciudadano estadounidense.
Desde fines de septiembre hasta el 17 de noviembre estuvo detenida en una prisión del condado de Kandiyohi en Minnesota, que también sirve como centro de detención para inmigrantes.
En ese tiempo, solo pudo hacer dos videollamadas para ver a su bebé por unos breves minutos, ya que los familiares de los detenidos deben pagar tarifas altas para poder comunicarse con ellos.
“Es muy caro para las familias que tienen detenidos en los centros, porque además de los gastos de afuera, tienen que darnos dinero a los que estamos ahí para poder comprar cosas de uso personal o comida, por eso no quería que mi pareja gastara tanto”, dijo.
Menjivar detalló que quería firmar los documentos de deportación desde los primeros días que ingresó al centro porque extrañaba mucho a su hijo. Sin embargo, su abogada le aconsejó que luchara por su caso.
Una semana antes de su audiencia de apelación, fue deportada a Honduras. Previo a su llegada al país centroamericano pasó por Nebraska y Louisiana para esperar a más inmigrantes que iban a ser deportados.
“Ya no recuerdo bien cuántas veces aterrizamos y despegamos, pero pasamos muchas horas en lo que nos procesaban y subían más al avión”, aseguró.
El pequeño hijo de Menjivar está por cumplir nueve meses y se encuentra bajo el cuidado de su papá.
Al no tener ningún otro miembro de la familia que se encargue del menor, el hombre no puede ir a trabajar con la misma frecuencia, por lo que la hondureña solicita el traslado de su bebé a Honduras. “Yo solo quiero estar con mi bebé. Lo extraño mucho”, dijo.
CBS News presentó el comunicado del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), donde informaron que la hondureña contaba con una orden de deportación desde el 12 de octubre de 2022.
“El 29 de septiembre, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) arrestó a Kimberlyn Yaritza Menjivar Aguilar, inmigrante indocumentada de Honduras. Ingresó ilegalmente a EE. UU. el 13 de abril de 2021, cerca de Eagle Pass, Texas, y fue liberada en este país por la administración Biden. Recibió el debido proceso y un juez de inmigración ordenó su deportación el 12 de octubre de 2022. Esta administración no va a ignorar el estado de derecho”, informó la agencia.


