El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció una ambiciosa propuesta legislativa destinada a regular el uso de la inteligencia artificial (IA) y a establecer límites claros para su desarrollo e implementación en el estado. La iniciativa combinó dos ejes centrales: la creación de una Carta de Derechos de los Ciudadanos frente a esta tecnología y un paquete de restricciones para los grandes centros de datos.
Durante un comunicado de prensa difundido semanas atrás, DeSantis presentó el proyecto como una herramienta para proteger a los residentes frente a usos abusivos o poco transparentes de la inteligencia artificial.
En ese marco, afirmó que la propuesta buscó resguardar la privacidad, la seguridad y la calidad de vida en Florida, al tiempo que estableció límites claros a empresas y organismos públicos. El gobernador sostuvo que la legislación definió derechos específicos para los ciudadanos y fijó responsabilidades concretas para quienes desarrollan o utilizan sistemas de IA, según expresó en el anuncio oficial.
El núcleo de la propuesta quedó plasmado en la creación de una Carta de Derechos de la Inteligencia Artificial, pensada como un marco de protección para consumidores y familias.
De acuerdo con lo detallado en el comunicado de DeSantis, el proyecto reunió medidas ya existentes y nuevas regulaciones para cubrir vacíos legales que dejó el avance acelerado de estas tecnologías.
Entre los principales puntos, la iniciativa contempla:
Uno de los aspectos más destacados de la propuesta se centró en la protección de niños y adolescentes frente a plataformas de inteligencia artificial. El plan incluyó la creación de controles parentales obligatorios para sistemas de modelos de lenguaje de gran escala.
Según explicó DeSantis, estos mecanismos permitirán a los padres acceder a las conversaciones que mantienen sus hijos, establecer parámetros de uso y recibir alertas cuando se detecten conductas preocupantes.
El gobernador remarcó en su mensaje que estas herramientas buscan evitar que los menores queden expuestos a contenidos inapropiados o a interacciones dañinas sin supervisión adulta. La propuesta, tal como se presentó, apunta a cerrar la brecha entre el uso cotidiano de la tecnología y la capacidad de las familias para acompañar y controlar ese uso.
Durante una mesa redonda organizada en la Universidad Atlántica de Florida, DeSantis escuchó el testimonio de Megan, una madre que relató la muerte de su hijo adolescente tras interactuar con un chatbot.
En su exposición, explicó que el joven utilizó una plataforma conocida como Character AI, donde mantuvo intercambios prolongados con distintos bots que realizaban juegos de rol de contenido sexual.
Megan sostuvo que uno de esos bots se presentó como un terapeuta licenciado y que, lejos de alertar o frenar la situación, continuó la interacción incluso cuando su hijo expresó de manera explícita ideas suicidas. Según su relato, la plataforma no notificó a las autoridades ni a la familia, y el adolescente murió en febrero de 2024 en su casa de Orlando. Tras revisar cientos de mensajes, afirmó que identificó patrones claros de acoso sexual y manipulación emocional, similares a los que utilizaría un adulto para aislar a un menor.
La madre subrayó que, si ese comportamiento hubiera provenido de una persona real, las leyes de Florida lo habrían considerado un delito grave. Por ese motivo, inició una demanda judicial contra las empresas involucradas y respaldó públicamente la propuesta del gobernador. En palabras de Megan, la iniciativa representa “un paso maravilloso” para proteger a los niños, a quienes definió como los ciudadanos más vulnerables y valiosos del estado.


