WASHINGTON.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunirá este fin de semana en Florida con su par ucraniano, Volodimir Zelensky, en un encuentro de alto nivel que podría marcar un punto de inflexión en los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, que ya se acerca a su cuarto año.
“El encuentro está previsto el domingo”, indicó un asesor de Zelensky.
El propio Zelensky confirmó el viernes que la reunión se realizará en los próximos días y que uno de los ejes centrales del diálogo serán las garantías de seguridad para Ucrania. En declaraciones a la prensa, el mandatario ucraniano afirmó además que el plan de paz de 20 puntos que se viene discutiendo con Washington “está listo aproximadamente en un 90%”, una señal de avances concretos, aunque todavía incompletos.
“No perdemos ni un solo día. Hemos acordado una reunión al más alto nivel con el presidente Trump. Se puede decidir mucho antes de Año Nuevo”, había escrito Zelensky en la red social X, subrayando el sentido de urgencia que rodea a las conversaciones.
El anuncio se produjo un día después de lo que el mandatario ucraniano describió como una “buena conversación” con el enviado especial estadounidense Steve Witkoff y con Jared Kushner, yerno de Trump y uno de los actores centrales del canal diplomático informal abierto por Washington. El presidente estadounidense ha prometido en reiteradas ocasiones poner fin al conflicto “más mortífero en Europa desde la Segunda Guerra Mundial” y ha desplegado un amplio esfuerzo diplomático que involucra contactos con Moscú, Kiev y capitales europeas.
Sin embargo, las conversaciones avanzan en un contexto de posiciones aún muy distantes. Zelensky reconoció esta semana que, si bien las delegaciones ucraniana y estadounidense se acercaron a la finalización de un plan de paz de 20 puntos durante reuniones recientes en Miami, no hubo acuerdo sobre dos cuestiones centrales: la exigencia rusa de que Ucrania ceda las partes del Donbass que todavía controla y el futuro de la central nuclear de Zaporiyia, actualmente bajo control de las fuerzas rusas.
El martes, Zelensky dio una señal de flexibilidad al afirmar que estaría dispuesto a retirar tropas del este del país como parte de un acuerdo, siempre que Rusia haga lo mismo y la zona se convierta en un territorio desmilitarizado bajo supervisión internacional. Moscú, sin embargo, no ha dado indicios de aceptar esa propuesta.
Desde el Kremlin, las señales siguen siendo duras. Según el diario Kommersant, el presidente ruso Vladimir Putin dijo a un grupo de los principales empresarios del país que estaría abierto a un intercambio parcial de territorios, pero solo fuera del Donbass, al que considera irrenunciable. “El Donbass es nuestro”, habría afirmado Putin durante una reunión nocturna en el Kremlin el 24 de diciembre, según el corresponsal Andrei Kolesnikov.
Rusia controla actualmente toda Crimea, anexada en 2014; cerca del 90% del Donbass; alrededor del 75% de las regiones de Zaporiyia y Kherson, y franjas de Kharkiv, Sumy, Mykolaiv y Dnipropetrovsk, según estimaciones rusas. Putin ha reiterado que cualquier acuerdo de paz debe basarse en las condiciones que fijó en 2024: la retirada total de Ucrania del Donbass y de Zaporiyia y Kherson, y la renuncia formal de Kiev a ingresar en la OTAN.
De acuerdo con Kommersant, Putin también planteó ante los empresarios la posibilidad de una gestión conjunta ruso-estadounidense de la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa. Según esa versión, Estados Unidos habría manifestado interés en proyectos de minería de criptomonedas cerca de la planta y en que la instalación suministre energía, al menos parcialmente, a Ucrania. Washington no confirmó oficialmente esos detalles.
Mientras avanzan las gestiones diplomáticas, los combates continúan. Ataques con drones rusos sobre la ciudad ucraniana de Mykolaiv y sus suburbios dejaron durante la noche del viernes a parte de la ciudad sin suministro eléctrico. Desde Kiev acusan a Moscú de intentar “usar el invierno como arma”, al dañar la red energética para privar a la población civil de calefacción, luz y agua.
Ucrania, por su parte, informó que el jueves atacó una importante refinería rusa con misiles Storm Shadow suministrados por Gran Bretaña. El Estado Mayor ucraniano señaló que sus fuerzas alcanzaron la refinería de Novoshakhtinsk, en la región rusa de Rostov. “Se registraron varias explosiones. El objetivo fue alcanzado”, indicó en un mensaje en Telegram. El gobernador regional, Yuri Slyusar, confirmó que un bombero resultó herido mientras combatía el incendio.
Los ataques ucranianos contra refinerías y objetivos energéticos buscan reducir los ingresos petroleros de Moscú, considerados clave para sostener la invasión iniciada en febrero de 2022. En este contexto, la reunión del domingo entre Trump y Zelensky aparece como un momento decisivo, aunque aún rodeado de incertidumbre, para evaluar si el impulso diplomático de Washington logra acercar posiciones que siguen profundamente enfrentadas.
Agencias AP, ANSA y Reuters